La utilización del abono orgánico fermentado no se rige por recetas, sino por las
necesidades del agricultor en la finca. Se sugiere algunos usos:
1. Para la preparación de sustratos en invernadero, sea para el relleno de
bandejas o para almácigos en el suelo.
Se utiliza de un 10 a 40% de abono orgánico fermentado, de preferencia
abonos que tengan de 1 a 3 meses de añejado, en mezclas con suelo
seleccionado.
2. Aplicación a plantas de recién trasplante.
v Aplicación en la base del hoyo donde se coloca la planta en el trasplante,
cubriendo el abono con un poco de suelo para que la raíz no entre en
contracto directo con el abono, ya que el mismo podría quemarla y no
dejarla desarrollar en forma normal.
v Aplicación a los lados de la plántula. Este sistema se recomienda en cultivos
de hortalizas ya establecidos y sirve para abonadas de mantenimiento en los
cultivos. Al mismo tiempo estimula el rápido crecimiento del sistema radical
hacia los lados.
v El abono debe taparse con suelo, aprovechando para ello el aporque. Así se
evitan pérdidas por lavado debido a lluvias o riego.
Sugerencias de proporciones de abono orgánico fermentado y suelo
seleccionado para producción de plántulas
Suelo
seleccionado
Abono orgánico fermentado con carbón
pulverizado
90%
85%
80%
10% Mezcla para producir hortalizas de hojas
15% Ejemplo: Lechuga
20%
70%
60%
30% Mezclas para producir hortalizas de cabeza.
40% Ejemplo: Coliflor, brócoli y repollo.
Es necesario que en cualquiera de las formas de aplicación, el abono orgánico y
el suelo estén húmedos. De no ser así, no tendría ningún efecto inmediato.
v Aplicación en surco antes de sembrar algunos cultivos en forma directa
por ejemplo: Zanahorias, culantro, habichuelas en algunos casos.