La composición del Bocashi puede variar considerablemente y se ajunta a las
condiciones y materiales existentes en la comunidad o que cada productor
dispone en su finca; es decir, no existe una receta o fórmula fija para su
elaboración. Lo más importante es el entusiasmo, creatividad y la disponibilidad
de tiempo por parte del fabricante. Entre los ingredientes que pueden formar
parte de la composición del abono orgánico fermentado están los siguientes:
La gallinaza
La gallinaza es la principal fuente de nitrógeno en la elaboración del Bocashi. El
aporte consiste en mejorar las características de la fertilidad del suelo con
nutrientes como nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, hierro,
manganeso, zinc, cobre y boro. Dependiendo de su origen, puede aportar otros
materiales orgánicos en mayor o menor cantidad. La mejor gallinaza es de cría
de gallinas ponedoras bajo techo y con piso cubierto. La gallinaza de pollos de
engorde presenta residuos de coccidiostaticos y antibióticos que interfieren en el
proceso de fermentación. También pueden sustituirse o incorporarse otros
estiércoles; de bovinos, cerdo, caballos y otros, dependiendo de las
posibilidades en la comunidad o finca.
La cascarilla de arroz
La cascarilla de arroz mejora la estructura física del abono orgánico, facilitando
la aireación, absorción de la humedad de la filtración de nutrientes en el suelo.
También favorece el incremento de la actividad macro y microbiológica del
abono y de la tierra, y al mismo tiempo estimula el desarrollo uniforme y
abundante del sistema radical de las plantas. La cascarilla de arroz es una
fuente rica en sílice, lo que confiere a los vegetales mayor resistencia contra el
ataque de plagas insectiles y enfermedades. A largo plazo, se convierte en una
constante fuente de humus. En la forma de cascarilla carbonizada, aporta
principalmente fósforo y potasio, y al mismo tiempo ayuda a corregir la acidez de
los suelos.
La cascarilla de arroz, puede alcanzar, en muchos casos, hasta una tercera
parte del total de los componentes de los abonos orgánicos. En caso de no estar
disponible, puede ser sustituida por la cascarilla de café, paja, abonos verde o
residuos de cosecha de granos básicos u hortalizas.
Afrecho de Arroz o Semolina
Estas sustancias favorecen en alto grado la fermentación de los abonos y que
es incrementada por el contenido de calorías que proporcionan a los
microorganismos y por la presencia de vitaminas en el afrecho de arroz, el cual
también es llamado en otros países pulídura y salvado. El afrecho aporta
nitrógeno, fósforo, potasio calcio y magnesio.
En caso de no disponer el afrecho de arroz, puede ser sustituido por
concentrado para cerdos de engorde.
El Carbón
El carbón mejora las características físicas del suelo en cuanto a aireación,
absorción de humedad y calor. Su alto grado de porosidad beneficia la actividad
macro y microbiológica del abono y de la tierra; al mismo tiempo funciona como
esponja con la capacidad de retener, filtrar y liberar gradualmente nutrientes
útiles de la planta, disminuyendo la perdida y el lavado de los mismos en el
suelo.
Se recomienda que las partículas o pedazos del carbón sean uniformes de 1 y 2
cm de diámetro y largo respectivamente. Cuando se usa el Bocashi para la
elaboración de almácigos, el carbón debe estar semipulverizado para permitir el
llenado de las bandejas y un buen desarrollo de las raíces.
Melaza de Caña
La melaza es la principal fuente de energía de los microorganismos que
participan en la fermentación del abono orgánico, favoreciendo la actividad
microbiológica. La melaza es rica en potasio, calcio, magnesio y contiene
micronutrientes, principalmente boro.
Suelo
El suelo es un componente que nunca debe faltar en la formulación de un abono
orgánico fermentado. En algunos casos puede ocupar hasta la tercera parte del
volumen total del abono. Es el medio para iniciar el desarrollo de la actividad
microbiológica del abono, también tiene la función de dar una mayor
homogeneidad física al abono y distribuir su humedad.
Otra función de suelo es servir de esponja, por tener la capacidad de retener,
filtrar y liberar gradualmente los nutrientes a las plantas de acuerdo a sus
necesidades. El suelo, dependiendo de su origen, puede variar en el tamaño de
partículas, composición química de nutrientes e inoculación de microorganismos.
Las partículas grandes del suelo como piedras, terrones y pedazos de palos
deben se eliminados. El suelo debe obtenerse a una profundidad no mayor de
30cm, en las orillas de las labranzas y calles internas.
Cal Agrícola
La función principal de la cal es regular el nivel de acidez durante todo el
proceso de fermentación, cuando se elabora el abono orgánico. Dependiendo
del origen, puede contribuir con otros minerales útiles de la planta. La cal puede
ser aplicada al tercer día después de haber iniciado la fermentación.
Agua
El efecto del agua es crear las condiciones favorables para el desarrollo de la
actividad y reproducción microbiológica durante el proceso de la fermentación.
También tiene la propiedad de homogeneizar la humedad de todos los
ingredientes que componen el abono.
Tanto el exceso como la falta de humedad son perjudiciales para la obtención de
un buen abono orgánico fermentado. La humedad ideal, se logra gradualmente
agregando cuidadosamente el agua a la mezcla de los ingredientes. La forma
más práctica de probar el contenido de humedad, es a través de la prueba del
puñado, la cual consiste en tomar con la mano una cantidad de la mezcla y
apretarla. No deberán salir gotas de agua de los dedos pero se deberá formar un
terrón quebradizo en la mano. Cuando tenga un exceso de humedad, lo más
recomendable es aumentar la cantidad de cascarilla de arroz o de café a la
mezcla.
El agua se utiliza una vez el agua en la preparación de abono fermentado tipo
Bocashi, no es necesario utilizarla en las demás etapas del proceso.